martes, 15 de enero de 2013

El Amigo del Farol.


Mis Pedacicos de tiempo.
El amigo del Farol.
Quiero empezar esta serie de relatos, pensamientos, ideas, trozos de tiempo, pedacicos de nuestra existencia con el único ánimo de compartir un momento de íntima confabulación con todo aquel que me lea o escuche. Paso a contaros una pequeña fabula japonesa que cayo en mis manos el otro día, en una de esas sesiones de Internet en las que sabes cuando entras pero no cuando sales ni por donde, en fin cosas que tiene la Red. Paso a contaros la fabulilla:

"Sucedió que un ciego fue a visitar a un amigo y, como se hizo tarde, éste le ofreció un farol para que regresara a su casa.
Lo cual hizo reír al ciego. «Para mí es lo mismo el día que la noche», le dijo. « ¿Qué voy a hacer yo con un farol?»

Su amigo le replicó: «Es verdad que no necesitas ver el camino hacia tu casa. Pero el farol puede servirte para disuadir a alguien que quisiera atracarte en la oscuridad.»

De modo que el ciego tomó el farol y salió. Al poco rato, alguien tropezó con él, haciéndole perder el equilibrio.

« ¡Eh!, ¿por qué no va con más cuidado, amigo?», gritó el ciego. « ¿Es que no ha visto el farol?»

«Hermano», dijo el otro, «su farol está apagado.»

Es más seguro andar
con la propia oscuridad
que con la luz de otro. “Fabula Japonesa.


Si sacamos la moraleja del cuento y la aplicamos al momento actual, nos sirve para hacer una profunda reflexión sobre el cambio que pienso se va a desarrollar en los próximos años, estamos inmersos en un proceso en el cual cada uno de nosotros somos como el ciego, nos dejamos acompañar por el farol de ese “amigo”, que nos quiere ayudar con su luz, pero que no sabe, o no quiere saber que ya no alumbra, que su tiempo ha terminado y que por mucho que quiera mantener su posición de buen “amigo”,  tendrá que prepararse para los nuevos retos de una estructura social cambiante.
 Nosotros los ciegos, todavía vamos con nuestra oscuridad, dejándonos llevar y portando ese farol apagado que lo único que nos hace es entorpecer la marcha, tendremos que seguir andando hasta que nos topemos con alguien que nos ilumine de verdad y nos haga recuperar el camino de la justicia, ecuanimidad y generosidad que todos llevamos dentro.
Para eso también a modo individual, debemos de romper esas cortinas negras que tapan las ventanas de nuestra vida, renovar y dejar que entre aire limpio, que se diluya el sentido materialista de esta civilización, trabajar por la igualdad y la justicia, pero con un verdadero sentido de la solidaridad, cambiar por ser y vivir con lo justo. Desechar de nuestra mente los tres enemigos del Hombre: La ira, el Ego y la Ignorancia. Ser conscientes y dueños de nuestros “pedacicos de tiempo”, cambiar rutinas y hábitos, establecer como prioridad nuestro propio desarrollo interno, nuestro conocimiento íntimo del SER como persona única. Si somos capaces de lograrlo, comenzaremos a diluir nuestra oscuridad,  dejaremos de ser ciegos, poco a poco nuestras retinas se irán acostumbrando a  ver nuevas formas de sociedad, de política, de religión. El paso a una nueva civilización, a un nuevo concepto de relaciones humanas creo que está dado. La Economía de los mercados tendrá que dejar paso a la ECO-Economía. Mientras tanto, caminemos con nuestra oscuridad antes que cargar con faroles apagados.

Jaime Ascaso.
Aprendiz Eterno de Ayurveda.

Nordic Walking Caralebro.
Atalaya Casa Rural.