Mis Pedacicos de tiempo.
El amigo del Farol.
Quiero empezar esta serie de relatos, pensamientos, ideas,
trozos de tiempo, pedacicos de nuestra existencia con el único ánimo de
compartir un momento de íntima confabulación con todo aquel que me lea o
escuche. Paso a contaros una pequeña fabula japonesa que cayo en mis manos el
otro día, en una de esas sesiones de Internet en las que sabes cuando entras
pero no cuando sales ni por donde, en fin cosas que tiene la Red. Paso a
contaros la fabulilla:
"Sucedió que un
ciego fue a visitar a un amigo y, como se hizo tarde, éste le ofreció un farol
para que regresara a su casa.
Lo cual hizo reír al ciego. «Para mí es lo mismo el día que la noche», le dijo. « ¿Qué voy a hacer yo con un farol?»
Su amigo le replicó: «Es verdad que no necesitas ver el camino hacia tu casa. Pero el farol puede servirte para disuadir a alguien que quisiera atracarte en la oscuridad.»
De modo que el ciego tomó el farol y salió. Al poco rato, alguien tropezó con él, haciéndole perder el equilibrio.
« ¡Eh!, ¿por qué no va con más cuidado, amigo?», gritó el ciego. « ¿Es que no ha visto el farol?»
«Hermano», dijo el otro, «su farol está apagado.»
Es más seguro andar
con la propia oscuridad
que con la luz de otro. “Fabula Japonesa.
Lo cual hizo reír al ciego. «Para mí es lo mismo el día que la noche», le dijo. « ¿Qué voy a hacer yo con un farol?»
Su amigo le replicó: «Es verdad que no necesitas ver el camino hacia tu casa. Pero el farol puede servirte para disuadir a alguien que quisiera atracarte en la oscuridad.»
De modo que el ciego tomó el farol y salió. Al poco rato, alguien tropezó con él, haciéndole perder el equilibrio.
« ¡Eh!, ¿por qué no va con más cuidado, amigo?», gritó el ciego. « ¿Es que no ha visto el farol?»
«Hermano», dijo el otro, «su farol está apagado.»
Es más seguro andar
con la propia oscuridad
que con la luz de otro. “Fabula Japonesa.
Si sacamos la moraleja del cuento y la aplicamos al momento
actual, nos sirve para hacer una profunda reflexión sobre el cambio que pienso
se va a desarrollar en los próximos años, estamos inmersos en un proceso en el
cual cada uno de nosotros somos como el ciego, nos dejamos acompañar por el
farol de ese “amigo”, que nos quiere ayudar con su luz, pero que no sabe, o no
quiere saber que ya no alumbra, que su tiempo ha terminado y que por mucho que
quiera mantener su posición de buen “amigo”, tendrá que prepararse para los nuevos retos de
una estructura social cambiante.
Nosotros los ciegos,
todavía vamos con nuestra oscuridad, dejándonos llevar y portando ese farol
apagado que lo único que nos hace es entorpecer la marcha, tendremos que seguir
andando hasta que nos topemos con alguien que nos ilumine de verdad y nos haga
recuperar el camino de la justicia, ecuanimidad y generosidad que todos
llevamos dentro.
Para eso también a modo individual, debemos de romper esas
cortinas negras que tapan las ventanas de nuestra vida, renovar y dejar que
entre aire limpio, que se diluya el sentido materialista de esta civilización, trabajar
por la igualdad y la justicia, pero con un verdadero sentido de la solidaridad,
cambiar por ser y vivir con lo justo. Desechar de nuestra mente los tres
enemigos del Hombre: La ira, el Ego y la Ignorancia. Ser conscientes y dueños
de nuestros “pedacicos de tiempo”, cambiar rutinas y hábitos, establecer como
prioridad nuestro propio desarrollo interno, nuestro conocimiento íntimo del
SER como persona única. Si somos capaces de lograrlo, comenzaremos a diluir
nuestra oscuridad, dejaremos de ser
ciegos, poco a poco nuestras retinas se irán acostumbrando a ver nuevas formas de sociedad, de política, de
religión. El paso a una nueva civilización, a un nuevo concepto de relaciones
humanas creo que está dado. La Economía de los mercados tendrá que dejar paso a
la ECO-Economía. Mientras tanto, caminemos con nuestra oscuridad antes que cargar
con faroles apagados.
Jaime Ascaso.
Aprendiz Eterno de Ayurveda.
Nordic Walking Caralebro.
Atalaya Casa Rural.